Las películas son más armoniosas que la vida. No hay embotellamientos ni tiempos muertos.
Las películas avanzan como trenes en la noche.
Ferrand (Francois Truffaut) La noche Americana, 1973.

Frases del cine de Woody Allen

¿Por qué vale la pena vivir? Esa es una buena pregunta. Bueno, hay varias cosas que creo que hacen que valga la pena. Eeeh, ¿como cuales?... Bien, para mí, yo diría Groucho Marx, por nombrar alguna... Willie Mays, el segundo movimiento de la sinfonía Júpiter, Louis Armstrong y su grabación de Potatohead Blues, las películas suecas, naturalmente, La educación sentimental de Flaubert, Marlon Brando, Frank Sinatra, esas increíbles manzanas y peras de Cézanne, los cangrejos de Sam Wo's, la cara de Tracey...

Estas reflexiones las emitía a un magnetófono Isaac Davis, el personaje que interpretaba Woody en Manhattan.

Para mi, que siento a Woody Allen como un viejo amigo, con parecidas aprensiones y miedos, con semejantes preocupaciones y gustos, con la misma visión de la vida, entre cómica, tierna y amarga, en esa lista faltaría el mismo Woody Allen, sus películas, sus escritos, su imagen cinematográfica menuda paseando por Manahttan.

Para mi es imposible imaginar a Woody Allen sin la música. No solo Gershwin; es el sonido Dixie de Nueva Orleans, es Django Reinhardt, es Harry James; es el piano de Errol Garner o Dick Hyman, o Derek Smith tocando You Are Too Beautiful; es Bach, Schubert, hasta ópera y las Gymnopedias de Satie. Cualquiera de esas serviría para acompañar la lectura de esta página.

Para aquellos que sientan como yo, o para los que tengan un poco de curiosidad por conocerlo, brindo en el enlace de abajo una colección de citas de unas pocas películas de Woody, elegidas simplemente porque me parecían más atrayentes que otras, y porque de algún modo dejan ver esa visión particular del mundo que ha hecho de Woody Allen un cineasta de referencia insustituible.